


Audiólogo de bebés.
La sección del Dr. Salvador Castillo, para quienes toman en serio a la Audiología Pediátrica.


ANA
Entró primero, así como entran los niños: aventando la puerta y mirando hacia todos lados con curiosidad. Era una niña de unos 5 años, cabello negro, chino, rebelde y con unos ojos que brillaban detrás de aquella maraña de pelos y de ideas. Nos encontramos de frente; me miró de arriba a abajo y...
- ¿Tú eres el Audiólogo de bebés? - me soltó, a quemarropa.
En 20 años de carrera nunca me habían llamado así, pero definitivamente tenía sentido.
- Sí soy ¿Y tú quién eres?- le dije.
- Yo soy Ana. Pero ya no soy bebé. El bebé es mi hermano, chilla mucho y ya nos está dejando sordos a todos. ¿Puedo jugar aquí?- me dijo señalando la mesita con juguetes que tengo en mi oficina.
-Claro, Ana. Puedes jugar.
Atrás venía la mamá con el paciente: un bebé de un mes que no había pasado el tamiz.
La mamá saludó y se sentó con el bebé en su regazo, pero justo cuando iba a darle indicaciones y a preparar a su bebé para el estudio de potenciales, Ana intervino:
- Mi mamá llora mucho porque le dijeron que mi hermano no escucha. Yo también lloré, pero mi mamá me dijo: Vamos a ir con el Doctor Audiólogo para que nos diga si las orejitas de tu hermano funcionan bien o no... y aquí estamos porque queremos ver qué nos dices porque ya no queremos llorar.
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Me quedé congelado, meditando que a veces perdemos de vista la trascendencia de lo que hacemos por hacerlo de manera tan automática, tan despreocupada... tan cotidiana. Me acababa de dar cuenta de que iba a ser el responsable no sólo de diagnosticar y en su caso, tratar al bebé: también de aliviar la angustia de una niña de 5 años que estaba preocupada no solo por su hermano, sino por su mamá.
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Me puse en cuclillas junto a Ana, que jugaba sentada en la mesita y le dije:
- Quiero que sepas que no te voy a fallar. Y si algo en tu hermanito no está bien, te prometo que lo vamos a arreglar, pero ya no tienes que llorar. ¿Está bien?
Ana, que miraba los juguetes, volteó hacia mi y dijo balbuceando: "está bien"
-Sólo no te equivoques- dijo muy bajito.
Pero la escuché. Y le hice caso.
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DE TODO UN POCO...
Dato curioso
¿Sabías que el JCIH (Joint Committee on Infant Hearing) fue establecido en 1969 e incluía la participación de Audiólogos, Otorrinolaringólogos, Oftalmólogos y personal de Enfermería?

¿Qué necesito...
Para preparar a un paciente para PEATC?
1
Que esté preferentemente despierto al momento de la preparación.
2
Explicar a los padres lo que vamos a hacer a su pequeño.Mientras preparamos, preguntamos cuál es el motivo por el que los enviaron con nosotors
4

Usar electrodos en buen estado (desechables o no desechables con copa de oro), verificar conectándolos y uniendo todos, que no haya alguno dañado.
5
Aplicar pasta conductora suficiente (los electrodos desechables ya la incluyen) y fijar perfectamente los electrodos.
3
Tallar cuidadosamente los lugares elegidos para los electrodos trcon el gel usando una gasa.

6
Verificar que las impedancias estén en valores correctos y entonces DEJAR DORMIR AL BEBÉ
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